martes, 31 de marzo de 2009

Frozen January at your Creepy House

Sentados en la boca de una casa espeluznante, ella posó sus pensamientos en mi hombro y levemente, puso en mi memoria un recuerdo.
El silencio. El frío. Enero congelado. Los adoquines unidos por el fresco, y los edificios expectantes. Un paisaje hermoso, que contemplamos refugiados en el abrazo. La puerta detrás de nosotros que la llama, pero que no quiere cruzar. Que no quiero que cruce. Nos robamos el tiempo que el pueblo usaba para soñar. Nosotros dormimos despiertos... y en silencio. Nos entendemos sin palabras, aunque haya cosas que no querramos entender. Ni palabras que querramos hablar. Cosas que deberíamos comprender y palabras que deberíamos pronunciar. Pero entender nos quita tiempo para solamente estar, y nada más estar.